Tal como ocurrió con Donald Trump o el Brexit, las encuestadoras se equivocaron en la estimación del voto de Sebastián Piñera, Beatriz Sánchez y José Antonio Kast.
Se equivocaron con Donald Trump en Estados Unidos, con el Brexit en Reino Unido, con el plebiscito de la paz en Colombia, con Pedro Pablo Kuczynski en Perú y ahora en Chile. Los electores hablan en las urnas, no en las encuestas, es la premisa que adquiere más fuerza elección tras elección. Con ciertas excepciones, a las encuestadoras se les hace cada vez más difícil apuntarle al resultado y suelen atribuir su “error de cálculo” a múltiples factores: voto voluntario, voto oculto, dificultades en sondeos vía teléfono fijo, las alejadas zonas rurales, alta tasa de no-respuesta en celulares, indecisos e impredecibles niveles de participación.
Aunque el chileno promedio no vive tan pendiente de las encuestas, como sí ocurre en Perú o Estados Unidos, por primera vez en una campaña presidencial esta vez se informó sobre las tendencias semanalmente (Plaza Pública-Cadem), cifras que se complementaron al trabajo del Centro de Estudios Públicos (CEP), de Cerc-Mori, además de Criteria y Tresquintos. Otra salvedad de este proceso fue la ausencia de Adimark.
Incluso antes de las elecciones, las encuestadoras buscaron justificaciones en la ley que rige en Chile desde junio y que prohíbe la publicación de sondeos 15 días antes de los comicios. En su momento esta medida fue criticada de manera transversal por las empresas de encuestas. Así, debido a esta normativa, no se tuvo acceso a eventuales cambios de preferencias electorales tras el último debate o algún fenómeno de última hora en la recta final de la contienda.
En su última encuesta del 25 de octubre, el CEP le otorgó a Sebastián Piñera una intención de voto de 44,4%, Tresquintos exactamente el mismo porcentaje (3 de noviembre), Cerc-Mori un 44% (3 de octubre), Cadem un 45% (3 de noviembre) y Criteria un 39% (2 de noviembre). Pero el ex Presidente logró un 36,6%, muchísimo menos de lo previsto. De hecho, la diferencia fue de 7,8% en promedio tomando en consideración esas cinco encuestas.
A Guillier, por su parte, el CEP le dio un 19,7%, Cerc-Mori un 30%, Criteria un 24%, Tresquintos 23,5% y Cadem 23%. Finalmente, el senador independiente obtuvo un 22,6%. En ese caso, las encuestas estuvieron más cerca.
Pero el otro gran “patinazo” ocurrió con Beatriz Sánchez. A la candidata del Frente Amplio el CEP le dio un 8,5% de intención de voto, Tresquintos un 16,3%, Criteria un 15%, Cadem un 14% y Cerc-Mori un 11%. “Si hubieran dicho la verdad tal vez sí estaríamos en la segunda vuelta ¿Dónde está el oráculo que es la CEP borrándonos del mapa?”, apuntó la candidata del Frente Amplio.
En el caso de Carolina Goic, Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Artés y Alejandro Navarro, las encuestas estuvieron en el margen, pero también se equivocaron con José Antonio Kast, a quien en promedio las cinco encuestadoras le dieron un 4%, pero sacó el doble.
Harald Beyer, director del Centro de Estudios Públicos (CEP), justificó así lo ocurrido en diálogo con La Tercera: “La verdad es que hay que estudiar más lo que pasó. Nosotros estuvimos muy cerca de lo que fue el votante probable, de la estimación de votante probable, pero claramente sobreestimamos a Piñera y subestimamos a Beatriz Sánchez. Lo demás estuvo relativamente bien”.
“Existe la posibilidad de que más bien los indecisos eran personas que se inclinaron por Beatriz Sánchez finalmente. Hay tal vez algún problema con que el censo no está actualizado y tal vez hay manzanas que no estamos incorporando en las muestras, como no está actualizado el censo, que pueden representar otras visiones de la sociedad chilena. No sabemos, tenemos que estudiarlo con mayor detalle”, señaló Beyer. En una entrevista con este diario a comienzos de noviembre, el director del CEP afirmó que “todo indica que la diferencia será de 18, 20 puntos”. Ayer, el margen entre Piñera y Guillier fue de 14 puntos.
Otra visión tiene Roberto Izikson, de Plaza Pública-Cadem, quien señaló en su cuenta en Twitter que “entiendo las críticas a las encuestas (…), pero cumplieron: 1) Hay segunda vuelta 2) Es entre Piñera y Guillier 3) Sánchez sería tercera 4) El cuarto podía ser cualquiera”.
Al mismo tiempo, Kenneth Bunker, director de Tresquintos, comentó: “Yo sería mixto en la evaluación. Yo no creo que las encuestas fracasaron por completo, creo que fracasaron parcialmente. Fracasaron con Piñera, a quien lo sobreestimaron, y fracasaron con Beatriz Sánchez, a quien subestimaron. Y Kast da la sorpresa”.
También Marta Lagos, de Mori, apuntó: “Yo dije hace una semana que las encuestas eran subdesarrolladas, que no teníamos el estándar internacional, que no nos podíamos saltar los procesos. Yo creo que la Beatriz Sánchez tiene razón en quejarse como se queja, no puedo sino estar de acuerdo con ella. Yo creo que esto amerita un informe producido por una sociedad estadística como lo hacen los ingleses”.
A nivel internacional, una semana antes de las elecciones de junio todos los sondeos le daban una amplia ventaja a Keiko Fujimori frente a Pedro Pablo Kuczynski. Sin embargo, PPK terminó imponiéndose por apenas 41.000 votos. En el caso de Colombia, en la primera vuelta de mayo de 2010, tres sondeos revelados días antes establecieron un empate entre Juan Manuel Santos y Antanas Mockus, con 35%. Sin embargo, Santos obtuvo un 46,5% y Mockus un 21,5%.
En el caso del Brexit, YouGov le dio un 52% a quienes apoyaban la opción de continuar en la UE. El resultado final marcó un 51,8% a favor de la salida. Pero el caso más emblemático ocurrió con Trump, a quien prácticamente todos los sondeos lo dieron por derrotado.