PRIMARIAS POLITICAS EN CHILE: La esperada confirmación de la ventaja de Bachelet en encuestas; Competencia entre Allamand y Longueira definirá la hegemonía en la Alianza

La apuesta del bacheletismo para hoy es que la candidata doble en votación al triunfador de la primaria en el oficialismo.

por D.M.

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“Yo voto por ustedes, que son mi país. Voten este domingo por este proyecto que es nuestro y que es posible. Voten por esta nueva mayoría que entrará conmigo a La Moneda”. Las palabras de Michelle Bachelet en el cierre de su campaña, el jueves ante tres mil personas, en el Gimnasio Olímpico de San Miguel, daban cuenta del principal motor que inspiró su estrategia para saltar la primera valla antes de volver a La Moneda: la necesidad de dar legitimidad tanto a su opción como a la coalición que estará detrás suyo.
El pronóstico para hoy no ha sido puesto en duda en círculos opositores: la marcada ventaja que ha exhibido la ex presidenta en la encuesta CEP frente a sus rivales directos en la oposición -en la última marcó una ventaja de 61 puntos en el escenario de primarias frente a su más cercano competidor, Andrés Velasco- ha instalado la idea de que la incógnita de hoy se centrará en la disputa que sostienen el ex ministro de Hacienda y la carta DC, Claudio Orrego, por el segundo lugar.
La apuesta del entorno de la ex funcionaria de la ONU, así como de las dirigencias del eje PS-PPD -los dos primeros partidos en respaldar su repostulación-, es no sólo consolidar la ventaja anticipada por los sondeos de opinión, sino también obtener la mayor participación posible en las primarias de la oposición.
Los cálculos más optimistas en el entorno de Bachelet estiman que la cifra de participación en la primaria opositora alcanzará los dos millones de votantes. Otros dirigentes más cautelosos se la juegan por una votación que no superará el millón de electores.
Con todo, el principal objetivo del bacheletismo es ambicioso: que la votación que consiga la ex presidenta doble a la del candidato que se convertirá en el abanderado del oficialismo.
La materialización de ambos objetivos dejará satisfechos a los dirigentes detrás de Bachelet: tanto la candidata como la coalición quedarán en buen pie, justo en la antesala de las negociaciones para definir la convivencia interna de cara a la primera vuelta de noviembre.
De ahí que el concepto de Nueva Mayoría haya plasmado el discurso de Bachelet desde el lanzamiento de su candidatura, en la comuna de El Bosque, el miércoles 27 de marzo pasado.
Concepto que ha tensionado al bloque opositor, sobre todo por la exigencia de Bachelet de viabilizar las candidaturas parlamentarias del bloque a través de primarias legales, las que tras el fracaso de las negociaciones opositoras fueron desechadas.
La Nueva Mayoría de Bachelet también debe incorporar, según ha pedido expresamente la ex mandataria, figuras jóvenes, como la dirigenta PC Camila Vallejo y el líder del movimiento Revolución Democrática, Giorgio Jackson.
Antes de toda discusión, Bachelet llegará hoy a primera hora al Colegio Teresiano Enrique de Ossó, de La Reina, para votar junto a su madre, Angela Jeria. Durante la tarde, espera recibir a los partidos de la Nueva Mayoría en el Hotel Plaza San Francisco, donde seguirá los resultados de la elección.

Competencia entre Allamand y Longueira definirá la hegemonía en la Alianza

En el oficialismo coinciden en que el resultado de la contienda entre las cartas RN y UDI es incierto.

por A. Labra y P. Toro

Cinco meses de campaña es la ventaja que la carta RN, Andrés Allamand, tiene sobre su contendor de la UDI, Pablo Longueira.
La diferencia marca uno de los principales escollos que debe superar el abanderado gremialista para imponerse hoy en la primaria que definirá al candidato único del oficialismo.
Al optimismo que se instaló en las últimas semanas en RN, en la UDI contraponen la arremetida de los últimos 10 días por parte de su abanderado. La mayor presencia en TV, el efecto franja y el despliegue territorial inyectaron más expectativas al gremialismo. Pero en ambos lados se admite que el resultado es incierto.
En lo que coinciden en las filas oficialistas es que una participación baja -unas 400 mil personas- beneficiaría a Longueira, debido a la maquinaria partidaria de la UDI. Con más votantes, la tendencia favorecería a Allamand.
Como sea, ambos partidos, ya definieron el libreto para esta noche: apenas se conozcan los resultados, el candidato perdedor visitará la sede del triunfador y realizarán una declaración conjunta, en la que se refuerce la unidad del sector.
La señal es considerada clave para el escenario que, a partir del resultado -que concuerdan será estrecho-, se abrirá en el oficialismo.
En caso de una derrota de Allamand, en su entorno admiten que sería un duro golpe para el ex ministro de Defensa, especialmente por caer ante una candidatura “exprés” de Longueira.
Sin embargo, agregan que el peso de RN al interior de la Alianza no está en juego, y que es el gremialismo el que hipoteca su hegemonía en el bloque, en caso de una derrota.
No sólo se comprometería el liderazgo de Longueira -una de sus figuras más emblemáticas-, sino que también se derribaría el mito de la maquinaria UDI, y la directiva -encabezada por Patricio Melero- pagaría los costos de haber cambiado a su carta presidencial a poco más de 60 días de la primaria. Algunos, de hecho, ya dan por descontada la reformulación de la mesa.
La incógnita más compleja, sin embargo, ante la derrota de Longueira, es la incertidumbre que supone el eventual regreso de Laurence Golborne a la arena presidencial.
La oferta a Golborne
Un inusitado protagonismo ha tenido el ex candidato presidencial de la UDI en la recta final de las primarias.
La apuesta del gremialismo -impulsada por el generalísimo de Longueira, Joaquín Lavín-, fue intentar traspasar la adhesión que logró captar el ex titular del MOP durante los poco más de 100 días que duró su incursión presidencial.
Sin embargo, el comando debió sortear las dificultades que, con ese objetivo en mente, se abrieron en el camino.
Pese a que Golborne aceptó aparecer junto a Longueira en público -en una señal de apoyo-, rechazó grabar nuevas imágenes para que fueran incluidas en la franja y tampoco quiso realizar una actividad en terreno junto al candidato.
En el entorno de Golborne explicaron esta reticencia en el temor del ex titular de OO.PP. de asumir los costos de una eventual derrota de Longueira.
Para neutralizar la posibilidad de que Golborne pudiera emprender una apuesta presidencial en primera vuelta -como independiente-, en el entorno de Longueira contemplan al ex presidenciable como generalísimo de la campaña parlamentaria de la UDI.
Cercanos a Golborne admiten que el ex ministro de OO.PP. ya recibió mensajes en esa línea, aunque no una oferta formal.